Entre las grandes potencias existe una feroz competencia por producir primero la vacuna salvadora, incluyendo una agresiva campaña de desinformación, mientras los países pobres esperan que su costo resulte asequible para todos
Hace tres semanas, señalamos que al presidente Danilo Medina tenía la última oportunidad de lograr un éxito memorable en materia de salud, si lograba duplicar los esfuerzos oficiales para contener el avance progresivo de los contagiados y fallecidos a causa del COVID19.
Contrario a la lógica, y a lo que todos esperábamos, el presidente Danilo Medina terminará su mandato sin una demostración de autoridad y eficiencia sanitaria para contener la pandemia. Con un promedio diario superior a 1,300 nuevos contagios y de más de 28 fallecidos por día, ayer miércoles el país acumulaba 74,295 casos confirmados y 1,213 muertes.
Sólo durante el mes de julio, el impacto trastornador de la pandemia se duplicó, pasando de menos de 30,000 a casi 65,000 casos, sin contar con las dudas sobre los datos reales. Faltando 10 días para el término de su mandato, lo más probable es que Medina entregue el país con 90,000 infectados y 1,500 fallecidos.
Los resultados actuales, maquillados o no, son alarmantes, por lo que las nuevas autoridades se preparan para iniciar una gran ofensiva que contenga y reduzca el crecimiento galopante de la pandemia, y al mismo tiempo iniciar un estímulo abierto a la actividad económica y a la generación de empleos.
Aún en el mejor escenario de desempeño de las nuevas autoridades, lo más probable es que el control de esta pesadilla sanitaria dependa de una masiva de inmunización cuando se disponga de una vacuna efectiva y asequible. Por esa razón, debemos prestar atención a las investigaciones, pruebas y avances en el desarrollo de la vacuna salvadora.
Una competencia feroz por producir la vacuna salvadora
Para nadie es un secreto que, dada la morbilidad y mortalidad del COVID19, y su impacto desbastador en términos de vidas humanas, parálisis económica y pérdida de empleo, en esta coyuntura la producción de una vacuna inmunizadora se ha convertido en el principal objetivo de la humanidad y de las naciones industrializadas.
Tampoco es un secreto que, debido a su enorme importancia y su previsible impacto político, sanitario y económico, desde principios del brote se ha desatado una feroz competencia entre las grandes potencias tratando de llegar primero a producir dicha vacuna. Y esa lucha incluye una agresiva campaña de desinformación a escala mundial.
Luego de haber cumplido con los requisitos y los protocolos establecidos sobre la materia, Rusia anunció al mundo la producción de una vacuna capaz de inmunizar a la población contra el terrible COVID19, la cual se comenzará a distribuir masivamente a partir de octubre próximo.
Esta vacuna, patentada como AFIVAVIR, fue desarrollada a partir de un antiviral de origen japonés llamado FAVIPIRAVIR. Según han informado las autoridades rusas, desde junio pasado ha sido probada y aplicada a los miembros del ejército, con resultados altamente satisfactorios.
La República Popular de China, también trabaja intensamente en una vacuna que ya fue probada en el ejército chino, porque la investigación proviene de un laboratorio militar. Las naciones pobres desean el éxito de ambos esfuerzos porque tanto China como Rusia han señalado que no permitirán especulación ni enriquecimiento con sus vacunas.
En cambio, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, los más poderosos laboratorios comerciales trabajan para alcanzar primero la tan esperada vacuna. Aunque estas cuatro potencias coinciden en el objetivo de supremacía política, difieren en que el interés de los laboratorios comerciales es, como siempre, obtener multimillonarias ganancias a escala mundial.
La situación es tan desesperante, que la humanidad y la gran mayoría de las naciones, están dispuestas a pagar el precio que sea, con tal de superar esta pandemia que ha doblegado, incluso, a las más poderosas potencias mundiales. Desde luego, los países pobres esperan que su costo resulte asequible para todos. ADS/348/08/06/2020