La reforma mexicana confirma las conclusiones de mi libro PENSIONES DIGNAS Y SOSTENIBLES PARA TODOS, Los grandes retos de la longevidad, de que la capitalización individual puede ser solidaria y garantizar mejores pensiones vitalicias
México aprobó una reforma profunda del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), con notables beneficios para los trabajadores mejicanos, basada en seis cambios trascendentes para América Latina y el resto del mundo, imprimiéndole un sello solidario al sistema de capitalización individual, vigente desde el 1997.
Eleva gradualmente la cotización para el retiro. Una de las críticas válidas contra la capitalización individual son las pensiones insuficientes. Si en Chile resultaron bajas con un aporte del 10%, imagínense en México con sólo el 6.5%. La reforma la aumentará en un 130% al pasar del 6.5% al 15.0% en 8 años, lo cual agregará un 40% a la tasa de reemplazo.
Mantiene intacta la cotización de los trabajadores. A pesar del 130% del aporte adicional, se mantiene la cotización laboral en sólo un 1.125% del salario base de cotización (SBC), aunque en el resto del mundo oscila entre el 25% y el 35% del total.
Aumenta gradualmente el aporte de las empresas. Este es un cambio sin precedentes, ya que la cuota del empleador pasará del 5.15% actual al 13.87% en 8 años, del 2023 al 2030. Se trata de una verdadera hazaña ya que tradicionalmente este sector ofrece mucha resistencia.
Uno de los argumentos es que eleva el costo de la fuerza de trabajo, reduciendo el empleo y la competitividad internacional. En adición, se arguye, que un aumento del aporte patronal reduce la sostenibilidad de las pequeñas y micro empresas generadoras de empleos.
Reduce a un máximo del 0.54% la comisión anual de las AFORES. Quizás el mayor rechazo del sistema de capitalización individual (SCI) proviene de la privatización y de las altas comisiones de las AFORES/AFP, en contraste con las pensiones insuficientes.
México redujo la comisión anual sobre el monto del patrimonio de los trabajadores, a pesar de la resistencia de las AFORES, para elevar el crecimiento del fondo para el retiro. Este 0.54% equivale al promedio de las comisiones vigentes en Chile (0.54%), Colombia (0.62%) y Estados Unidos (0.45%).
Disminuye la cantidad de cotizaciones semanales. La exigencia de 1,250 semanas de aporte para tener derecho a una pensión mínima garantizada excluye a millones de afiliados víctimas de la inestabilidad del mercado laboral. La reforma redujo a 750, bajando de 24 a 14 años el requisito para acceder a una pensión mínima.
Aumenta el Fondo de Solidaridad Social. Además, la reforma fortalece la solidaridad del sistema de capitalización individual al especializar un fondo de reparto para elevar la tasa de reemplazo de todos los trabajadores con salarios inferiores a cuatro (4) veces el salario mínimo nacional.
La reforma mexicana confirma las conclusiones de mi libro PENSIONES DIGNAS Y SOSTENIBLES PARA TODOS, Los grandes retos de la longevidad, en el cual se demuestra, mediante cálculos actuariales y financieros, que la capitalización individual puede garantizar mejores pensiones vitalicias y ser compatible con la solidaridad social. La única reforma que México no incluye es la extensión de los años de aporte, quizás porque todavía su población es muy joven.
Sin dudas, el nuevo modelo azteca constituye un hito trascendente en el destino del sistema de capitalización individual a escala mundial, ya que aumenta las aportaciones y reduce la comisión. Además, eleva la pensión mínima a los trabajadores de bajos ingresos y agrega un 40% a la tasa de reemplazo de los jubilados y pensionados. ADS/376/04/03/2021