¿Es posible que la “gran renuncia” de 10 millones de trabajadores y la duplicación durante la pandemia de la riqueza de los 10 más ricos del mundo, sean una expresión de la decadencia y de la tendencia a la imposición de un nuevo orden económico mundial, con consecuencias políticas y sociales incalculables?
Existen dos acontecimientos mundiales que llaman poderosamente la atención. Se trata de “la gran renuncia” de millones de trabajadores en USA y de la duplicación de las fortunas de los 10 hombres más ricos del mundo durante la pandemia. Ambos están íntimamente relacionados con las conclusiones de los dos libros más recientes que he publicado.
Cualquiera de estos dos acontecimientos preocupa mucho porque carecen de precedentes. Pero los dos juntos, resultan extraordinariamente inquietantes. Es posible que estemos entrando en la etapa de decadencia condicionante para la imposición de un nuevo orden económico mundial, con consecuencias políticas y sociales, también sin precedentes.
En los Estados Unidos más de 10 millones de norteamericanos renunciaron a sus empleos y no tienen interés de volver a trabajar como dependientes. Estudiosos opinan que se debe a frustraciones por el mal trato de sus empleadores durante la pandemia, y otros agregan que las ayudas gubernamentales desincentivan el retorno al trabajo asalariado.
Es normal que una persona renuncie y se dedique a actividades por cuenta propia. Pero lo que todavía no entiendo es que esa decisión se produzca en forma masiva y al mismo tiempo. Que millones de personas de ingresos medios y bajos dejen sus empleos fijos y “seguros”, sin un plan alternativo que les garantice los ingresos necesarios para sobrevivir.
De todas formas, la gran renuncia es un hecho concreto. Tal es la escasez de “mano de obra” que las grandes empresas están ofreciendo mejores salarios, bonos e incentivos nunca vistos para atraer a la gente a ocupar millones de vacantes. El área de los servicios, el transporte de carga e incluso las líneas aéreas han tenido que reducir sus operaciones.
Desde luego, de mantenerse, esta decisión tendría una importante repercusión en el Social Security. Estaríamos hablando de millones de trabajadores quienes, al no cotizar han dejado de acumular ahorros y cantidad de cotizaciones, reduciendo su pensión y el flujo regular de fondos para pagar las presentes y futuras jubilaciones.
En mi libro Pensiones Dignas y Sostenibles para todos sostengo que la situación previsional podría agudizarse debido a una sensible reducción de la cantidad de trabajadores aportando, mientras continúa creciendo el número y la nómina de pensionados y jubilados cada vez más costosos y longevos.
Palo si boga y palo si no boga
El otro tema, más preocupante y cierto, es que los 10 hombres más ricos del mundo duplicaron sus patrimonios en menos de dos años del COVID19. Eso quiere decir que el capitalismo ha llegado a un nivel tan salvaje e incontenible, que la concentración del ingreso se acentúa más en períodos de contracción de la economía y de desgracia mundial.
Y según OXFAM Internacional, ese aumento de la riqueza se produjo mientras 160 millones de personas en el mundo caían en la pobreza y millones fallecieron a causa de la pandemia. Palo si boga y palo si no boga.
OXFAM internacional es una institución no lucrativa con ramificación mundial, que dispone de una capacidad técnica envidiable para recabar información sobre la distribución del ingreso y de la riqueza mundial, y estimar la parte que concentra la minoría privilegiada que controla y domina al mundo.
Y lo peor es que una buena parte de las viejas y nuevas fortunas está depositada en paraísos fiscales para evadir las leyes nacionales y no pagar impuestos. Estudios concluyen que, con los tributos dejados de pagar, los países podrían eliminar la indigencia y reducir significativamente la pobreza en el mundo.
En mi libro Economía Política de la Desigualdad Social, el gran reto del siglo XXI, vaticiné que el monopolio de la tecnología de punta acentúa de manera progresiva la concentración de la riqueza a escala mundial, generando una mayor desigualdad social. Pero me quedé muy corto porque nunca preví que esa concentración alcanzaría niveles tan elevados durante una crisis que paralizó la economía mundial. ADS/420/26/01/2022