Los efectos económicos de entregar el 20% del fondo de pensión serían equivalentes a abrir las compuertas de la Presa de Tavera, a sabiendas de que ese enorme torrente de agua arrasará con todo lo que encuentre en su camino
Para los proponentes parece que no fue suficiente quitarles a los trabajadores dominicanos 16,000 millones de pesos de la reserva del Seguro de Riesgos Laborales. Si con esos fondos se entregarán 8,500 pesos a quienes han sido suspendidos en sus trabajos, y los demás recibirán al menos una parte de su salario, ¿cuál es su urgencia y necesidad?
Imagínese el lector lanzando al mercado unos 150,000 millones de pesos, en un momento caracterizado por una reducción sensible de la producción y del suministro de bienes y servicios. El resultado sería una inflación galopante y una especulación sin precedentes que reduciría, de manera significativa, el poder adquisitivo de ese patrimonio forjado mes tras mes con tanto esfuerzo durante 17 años.
Pero también habría que considerar el daño colateral en el resto de la población no asalariada la cual, sin recibir un solo centavo de esa depredación previsional, sufriría en carne propia todos los efectos desbastadores del alza de precios, de la especulación y del desequilibrio macroeconómico nacional.
Los efectos de esa propuesta serían equivalentes a levantar de repente las compuertas de la Presa de Tavera, a sabiendas de que ese enorme torrente de agua desbordada arrasará con todo lo que encuentre en su camino. La tragedia de la presa se limitó a San Juan de la Maguana, pero en este caso sería nacional.
Algunos podrían alegar que estos fondos se entreguen en tres meses. Aun así, en estas condiciones, ¿de dónde provendrá la oferta de bienes y servicios, tanto locales como importados? En cualquier caso, el país estaría expuesto a un sunami previsional con un doble daño irreversible: reduciría el poder adquisitivo de esos fondos y de la población en general; y luego, reduciría aún más las pensiones futuras.
Paradójicamente, esa propuesta revela la parte positiva del sistema de pensión actual, ya que reconoce que los trabajadores con su esfuerzo, han logrado acumular un fondo de retiro de unos 571,000 millones de pesos, los cuales, si bien constituyen una reserva importante, todavía están muy lejos de garantizar una pensión digna a sus afiliados.
Pero ese mismo reclamo no puede hacerse a favor de más de 150,000 beneficiarios de las pensiones del Estado, por la sencilla razón de que, desde hace décadas, ese sistema de reparto es deficitario, por lo que no cuenta con ahorros para enfrentar una demanda de esa naturaleza.
Una propuesta atendible
La propuesta de la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensión (ADAP), de exonerar la cotización mensual al Seguro de Vejez, Discapacidad y Sobrevivencia, durante los próximos tres meses, aliviaría la situación de millones de trabajadores asalariados, debido a la emergencia creada por el COVID19.
De ser aceptada y aplicada, esta medida eliminaría, provisionalmente, el pago del 9.7% del salario cotizable que corresponde a pensiones, reduciendo el estrés económico actual de los trabajadores y sus empleadores, en este momento en que la gran mayoría de las empresas han paralizado sus operaciones, o las han reducido de manera significativa. Desde luego, esta exoneración no incluye el aporte al Seguro Familiar de Salud (SFS).
La FUNDACIÓN SEGURIDAD SOCIAL PARA TODOS (SSPT) se opone a la desnaturalización del fondo de retiro de los trabajadores dominicanos mediante la entrega de una parte del fondo acumulado. La integridad de este fondo debe ser preservada, salvo en los casos individuales de situaciones de salud irreversibles. ADS/332/16/04/2020