En varios mensajes y estudios he descrito la situación extremadamente crítica por la que atraviesa la seguridad social de Brasil, cuyo sistema previsional es considerado como uno de los más generosos y desequilibrados del mundo, con un déficit y un subsidio estatal que atentan contra la solvencia financiera de ese gran país. Una de las primeras medidas del presidente Jair Bolsonaro fue presentar un proyecto de ley para reducir las jubilaciones y pensiones. La propuesta apunta a frenar el alza creciente de la deuda pública la cual, según sus principales autoridades, resulta insostenible al tal punto que podría llevar a la quiebra financiera al propio Brasil. Solo el año pasado, la carga previsional brasileña representó el 13% del PIB, con un subsidio record de US$ 74,000 millones, equivalente al 4.25% del PIB. Dado que se trata de un sistema público de reparto, los más de 30 millones de pensionados consumen [Seguir Leyendo...]