No podemos ocultar, ni mucho menos silenciar, la enorme satisfacción que hemos sentido al leer el acertado editorial del periódico El Día con el título “Colegio Médico, SRL”, porque no sólo es certero, sino muy valiente
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) felicitó al Lic. José Monegro, director del periódico El Día, por el editorial del miércoles 28 pasado, con el sugerente título “Colegio Médico, SRL”, el cual revela con claridad y valentía la verdadera naturaleza de los intereses de la cúpula que domina ese colegio profesional. Por tratarse de un enfoque sin desperdicios, vale la pena citar textualmente dos párrafos del editorial.
“Finalmente el Colegio Médico Dominicana empieza a mostrar con claridad su rostro patronal cuando de Seguridad Social se trata, igual como la Asociación Dominicana de Clínicas Privadas o la Asociación Nacional de Laboratorios Clínicos Privados o la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud”.
“Son grandes beneficiarios de los negocios que se han tejido con el sistema de la Seguridad Social y sus disputas con los otros actores, se producen por quién saca la mejor tajada de ese pastel. Nada que ver con el interés del afiliado o del paciente. Las disputas entre las ARS, el Colegio Médico, la Asociación de Clínicas y la Asociación de Laboratorios son exclusivamente comerciales, que tienen el lucro como punto central”.
A pesar de ser convertido en un colegio profesional, continúa siendo un sindicato privilegiado por Ley con una membresía obligatoria, el cual, lejos de asesorar al Estado y de proponer avances en el anquilosado sistema público de salud, realiza paros para imponer sus intereses, dejando sin servicio a la población más necesitada. Para completar la falta de respeto a la población y a los más pobres, se oponen a cumplir con una jornada laboral, ya de por sí muy reducida.
El CMD ha emprendido una campaña que demanda eliminar a las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS). Como ya hemos señalado en múltiples oportunidades, el trasfondo de ese movimiento es un rechazo solapado a todo tipo de disciplina, supervisión y control. Se persiste en mantener las viejas prácticas liberales en donde el médico era “ley, batuta y constitución” y el afiliado un verdadero “paciente”.
La dictadura de una minoría
Como bien señaló Franklin Báez Brugal “ese gran incremento de pacientes que llegaron al sistema de salud cubiertos por la seguridad social, es evidente que no se les podía cobrar lo mismo que a los cinco o seis que llegaban antes de existir el sistema, y las compañías de seguros médicos establecieron tarifas tanto para las clínicas como para los profesionales de la medicina, lo cual provocó que los especialistas “exitosos” no aceptaran seguros médicos, como tampoco pago con tarjeas de crédito”.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) sostiene la tesis de que no es justo, ni responde a la realidad, condenar solo los excesos de las ARS y de las AFP, porque el comportamiento de la mayoría de las PSS, apoyadas abiertamente por el CMD y ANDECLIP, evidencia tanto intereses mercuriales como las demás.
No se puede hablar de seguridad social digna mientras se ocultan y justifican los abusos y los excesos en el cobro ilegal de copagos. ¿Cómo se puede silenciar el hecho comprobado de que el cobro ilegal de diferencias por la asistencia médica más que quintuplica los beneficios de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS)?
Compartimos el señalamiento del editorial sobre la “crítica al cielo del CMD”, cuando se intenta implementar la atención primaria como puerta de entrada al seguro familiar de salud. Ciertamente, estas unidades evitarían que un paciente vaya innecesariamente a un especialista, que cobra como especialista, elevando de manera progresiva el gasto familiar de bolsillo.
En los Estados Unidos, ni en España, ni en Costa Rica, ni en ningún otro país organizado y donde se cumplen las leyes y se respetan las normas, un afiliado puede ir directamente a un especialista, sin que sea previamente examinado y referido por un médico de familia. Como dice el editorialista, aquí se trata del predominio del interés mercantil de minorías, por encima del interés social. ADS/457/06/10/2022