Con la intensión de imponer un criterio que la gran mayoría rechaza, el CMD y ANDECLIP intentan aplican el veto, y silenciar la disidencia interna, a pesar de su crítica al veto en el CNSS y su “defensa” de la libre elección
En una tertulia con médicos amigos surgieron, desde luego, los temas más candentes sobre la situación de la Seguridad Social, tanto de las pensiones, como del Seguro Familiar de Salud. Hubo muchas coincidencias e ideas innovadoras, hasta que se tocó el tema de la atención primaria.
Unos defendieron la posición del Colegio Médico Dominicano (CMD), mientras otros, no muy convencidos, criticaron la posición del CMD y de ANDECLIP de impedir su aplicación a todos los dominicanos, incluyendo a los afiliados al Régimen Contributivo. La discusión fue subiendo de tono con posiciones polarizadas.
Fue cuando decidí intervenir. Señalé que, en la práctica, tanto el CMD como ANDECLIP, querían aplicar el veto, ese derecho al veto que tanto han criticado, argumentando que el capital financiero lo utiliza para paralizar el avance del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), e imponer sus intereses mercantiles.
Uno de los presentes me hizo una pregunta, con la clara intención de que fundamente mi posición. Les dije que, en esencia, el veto consiste en bloguear una decisión mayoritaria cuando la misma no le conviene a una minoría con capacidad legal, o fuerza suficiente, para invalidarla. Eso es lo que han hecho los empleadores, y también, lo que pretenden hacer el CMD y ANDECLIP.
Desde luego, nuevamente el grupo se dividió porque, mientras unos defendían abiertamente el veto del CMD para imponer su criterio, otros consideraron que, en un régimen de derecho, donde funcionen las instituciones, nadie puede estar por encima de la Ley. Suerte que la tertulia era entre amigos.
Se defiende la libre elección, pero se coarta la libre expresión
Empeñado, no sólo en imponer el veto de la fuerza, sino en silenciar la disidencia, el CMD dijo “si aparece alguna excepción entre los médicos, el involucrado será sometido al orden disciplinario, pues sólo “los médicos colegiados pueden ejercer el oficio; y quienes se salgan del camino van a ser penalizados”.
Se trata de un claro intento de silenciar cualquier disidencia para presentar una falsa posición homogénea sobre una decisión que sólo beneficia a una minoría, con idénticos propósitos que el “capital financiero”.
Entre otros, el Dr. Bernardo Defilló, primer superintendente de SISALRIL, no se ha dejado amedrentar, señalando cuatro puntos importantes, que vale la pena citar textualmente:
- “El actual sistema estará quebrado después del 2020, porque es inviable si no se aplica la estrategia de atención primaria para cada uno de los niveles que fueron concebidos”;
- “Ni el CMD, ni las clínicas, ni el Gobierno manejan el concepto, lo que genera distorsión y pérdida, la gente va directo al especialista y eso es inconcebible”. “La gente va al especialista para verificar si tiene la presión alta, dejando de pasar por el primer nivel y eso ha generado un alto grado de complicidad entre actores del sistema”.
- Esta distorsión se debe a que “ni el Estado ni el Gobierno se percataron de que tenían que manejarse en el nivel más bajo para dar cobertura total a la población”. “Hubo un desacato que permitió dar más recursos al nivel dos que al nivel uno, para atender la misma enfermedad, cuando debió ser a la inversa”.
- “Si se hubiese implantado la atención primaria como establece la Ley, no habría sectores pescando en río revuelto y beneficiándose del desorden del sistema”.
Ojalá el CMD evalúe con serenidad estos planteamientos y, como Colegio Profesional, favorezca el cambio de un seguro de enfermedad a un seguro de salud para extender los años de vida. Y, además, que valore el Art. 39 de la Constitución sobre el derecho a la igualdad de todos los dominicanos, y que el cumplimiento de la Ley 87-01constituye un imperativo impostergable, sin excepción, ni dilación. ADS/266/06/12/2018