Antes que penalizar más a la clase media, es necesario eliminar todas las pensiones privilegiadas y los planes de retiro creados al margen de la Ley 87-01, que son subsidiadas con los impuestos de todos los contribuyentes
Confieso mi sorpresa al ver los impuestos incluidos en el proyecto de presupuesto del 2021, enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional. Ello así, porque conozco el programa de gobierno del PRM y la oferta del presidente Abinader sobre una reforma fiscal integral y equilibrada.
Por más que se diga que se trata de un simple “anteproyecto” y que será consensuado con la población, lo cierto es que las autoridades hicieron exactamente lo mismo que las anteriores, ya que no explicaron su contenido e impacto social. Cero cambios, subestimando la exigencia de cambios reales de la gente.
Con sobrada razón, amplios sectores de la sociedad y de la opinión pública consideran que esta “mini reforma tributaria” empobrecerá a la clase media. Y, sin perder ni un segundo, han llamado a la población a rechazarlos porque atentan contra el presupuesto familiar, en un momento de crisis y de grandes sacrificios.
Esta amenaza y sus implicaciones, obligó a la rápida intervención del presidente Abinader, para calmar los ánimos y el nerviosismo de las redes sociales. Lo lamentable es que, con sólo 50 días de gobierno, se haya roto la tregua de los primeros 100 días que tradicionalmente se les concede a los nuevos gobernantes.
Impuestos no, eliminación de los privilegios de las minorías
A pesar de los avances institucionales en el campo de la justicia y de la lucha contra la corrupción, el presidente Abinader tendrá que emplearse a fondo para demostrar que el cambio real prometido, incluye eliminar múltiples privilegios de minorías, con un costo fiscal millonario, pagado con los impuestos de todos los contribuyentes.
Lógicamente, el tema del presupuesto nacional, y de los impuestos subyacentes, toca de lleno al Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), por lo que estamos obligados a abordarlo desde la óptima de los afiliados, tanto en lo relativo a la salud como a las pensiones.
La buena noticia es que el proyecto de presupuesto incluye un monto equivalente a 107,135 millones para salud pública, muy superior al nivel de los gobiernos del PLD, cumpliendo con el compromiso del presidente Abinader y de su partido, de asignar mayores recursos al sector salud.
Claro que este aumento es necesario para combatir la terrible pandemia que azota al mundo entero y que en nuestro país ha causado unos 2,160 fallecimientos y 120,000 infectados. En esta lucha las nuevas autoridades han logrado mucho mejores resultados que sus antecesoras, y esperamos que continúe así.
Los grupos sociales que han reaccionado al intento de imponer nuevos impuestos, señalan que no están dispuestos a aceptarlos y que van a volver a las movilizaciones populares para impedirlo. Proclaman que antes de hablar de nuevas cargas impositivas, hay que continuar saneando el gasto público, cerrar instituciones inoperantes e innecesarias, y eliminar salarios y pensiones de lujo.
Consideran, además, que el sacrificio debe centrarse en las minorías privilegiadas que son subsidiadas con los impuestos que paga la población. La Fundación Seguridad Social para todos (FSSPT) comparte esos criterios y ya se adelantó recabando 1,319 firmas de ciudadanos que, de manera espontánea y responsable, solicitan la eliminación del barrilito y del cofrecito.
Antes que ponerle nuevas cargas a la clase media y a la población en general, es necesario eliminar todos los planes de retiro que operan al margen de la Ley 87-01 de Seguridad Social. Estos planes fueron creados para burlar el principio de la solidaridad social, y para asegurar pensiones y jubilaciones privilegiadas, a costa de los impuestos pagados con muchos sacrificios por todos los contribuyentes. ADS/357/08/10/2020