Apoyar a las autoridades, y simultáneamente, elevar la militancia y la vigilancia en la ejecución de los cambios reales por los que votamos, para hacer posible las transformaciones que hemos demandado durante tantas décadas.
El presidente Luis Abinader entró con buen pie al asumir la primera magistratura del Estado. Su discurso inaugural logró una gran aceptación por lo novedoso, directo, corto y contundente en los puntos más sensibles, particularmente en cuanto a la salud y la seguridad social, al combate a la corrupción y la impunidad y a la eliminación del despilfarro.
Asumió un fuerte compromiso con el combate a la expansión del COVID19, con su secuela de infectados y fallecidos. Y, además, por su terrible impacto en el empleo y en las actividades turísticas, en las recaudaciones y en el endeudamiento obligatorio. Toda la población tendrá acceso a la vacuna, tan pronto como sea posible.
Tal y como vaticinamos, los infectados y fallecidos, en sólo los 45 días de transición, más que se duplicaron, como consecuencia de la incapacidad y la politización del manejo de la pandemia. Danilo Medina, lejos de mejorar su imagen final, entregó el país con 85,000 contagiados y 1,481 fallecidos.
Si bien se advierte una ligera reducción de la cantidad de contagios, la tasa de fallecimientos sigue siendo alta, a razón de un muerto por hora, lo que revela el descuido oficial y la falta de los recursos esenciales para responder, con la debida urgencia, a los requerimientos de los infectados.
Luis Abinader reiteró que aumentará gradualmente el presupuesto público de salud el cual, víctima de la extrema mezquindad de las autoridades salientes, lejos de aumentar se redujo en términos porcentuales a pesar del crecimiento, sin contar con una mala asignación y una peor administración de esos escasos recursos.
Reiteró el compromiso gubernamental de fortalecer el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), para lo cual se propone incluir en el Seguro Familiar de Salud (SFS),” a más de dos millones de personas de escasos recursos, de forma que, para diciembre de este año, la salud pública sea universal y gratuita”.
Además, en un gesto sin precedente, pidió un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus y, luego, un minuto de aplausos en reconocimiento de la extraordinaria labor que realizan los médicos, enfermeras y el resto del personal de salud, para salvar vidas y contener esta pandemia.
Mantener la exigencia de los cambios reales por los que votamos
Mientras tanto, la Vicepresidenta Raquel Peña informó que se mantiene el estado de emergencia y que el miércoles explicarán la nueva estrategia y los nuevos planes para contener y eliminar el COVID19, a fin de que la ciudadanía y el país retornen cuanto antes a la normalidad dentro de la nueva situación.
La FUNDACIÓN SEGURIDAD SOCIAL PARA TODOS (FSSPT) expresa su profunda satisfacción por los cambios anunciados por el presidente Luis Abinader. Su compromiso de alcanzar la universalidad del Seguro Familiar de Salud (SFS), siempre ha sido la meta fundamental de esta Fundación y de sus directivos.
Además, porque la valoración y reivindicación del Régimen Contributivo Subsidiado, significa muchísimo en esa dirección, ya que es imposible universalizar la protección social sin abordar, con la debida apertura y constancia, la afiliación de los trabajadores por cuenta propia, sin partir de sus propias características socioeconómicas.
Lógicamente, las promesas de cambios institucionales y de políticas más inclusivas, generarán una reacción militante y sistemática de los grupos económicos, políticos y gremiales beneficiarios del status quo. La diferencia es que ahora existe una mayor consciencia y militancia de amplios sectores sociales que demanda un cambio viable y sostenible.
La FUNDACIÓN SEGURIDAD SOCIAL PARA TODOS (FSSPT) llama a apoyar a las autoridades, y simultáneamente, a elevar la militancia y vigilancia en la ejecución de los cambios por los que votamos, como la mejor estrategia para lograr las transformaciones que hemos demandado durante largas décadas. ADS/351/20/08/2020