El futuro incierto de los pensionados

El futuro incierto de los pensionados[1] Arismendi Díaz Santana[2] Con un aporte del 10%[3] para pensión, un trabajador con un salario promedio de 1,000[4]  mensual, cotiza 100. Si estos aportes se invierten y capitalizan a una tasa de interés del 5%[5] anual, al cabo de 360 meses, habrá acumulado 83,226: 36,000 como aportes, más 47,226 como intereses, asumiendo cero inflación. Nótese que los intereses superan a los aportes[6].   Si al momento de su retiro, este trabajador típico recibe una pensión mensual del 80%, la misma sería de 800 (1,000×80%), con un costo anual de 10,400, incluyendo el pago adicional de navidad. Asumiendo un promedio de 15 años como jubilado, el costo de por vida será de 156,000 (10,400×15). Pero como sólo acumuló 83,226, el sistema arroja un déficit de 72,774. Reducción progresiva de la capacidad de ahorro e inversión Pero en la vida real, lo que es un superávit [Seguir Leyendo...]

¿Pensiones para unos, o para todos?

Cualquier propuesta debe garantizar una pensión básica a los envejecientes pobres, indigentes y a los trabajadores por cuenta propia, demostrando su viabilidad y sostenibilidad financiera a corto, mediano y largo plazo No exagera el Foro Económico Mundial (FEM) al vaticinar que en el 2050 estallará una bomba previsional, con un déficit de más de 400,000 trillones de dólares, que pondrá en jaque a las 8 economías más importantes del mundo. A pesar de que estudios más recientes así confirman, en nuestro país se sigue planteando “más de lo mismo”.  En mi libro, Pensiones dignas y sostenibles para todos, los grandes retos de la longevidad, señalo que, a consecuencia del creciente déficit, la mayoría de los países han introducido “ajustes paramétricos” que reducen las pensiones, generando más incertidumbres sobre el futuro de los envejecientes. España es un ejemplo, uno de los más generosos del mundo. Según el Tribunal de Cuentas español: [Seguir Leyendo...]

Libro Pensiones dignas y sostenibles para todos

Con el avance sostenido de la esperanza de vida y los frecuentes cambios en el mercado laboral, ni el sistema de reparto, ni el de capitalización individual, garantizan pensiones dignas y sostenibles para todos El virus previsional está erosionando la esperanza y el nivel de vida de la gran mayoría de los envejecientes. Miles de millones de jubilados y pensionados se enfrentan a un panorama muy incierto, que reduce su calidad de vida. Durante las próximas décadas, los envejecientes crecerán mucho más que los cotizantes, y cada vez serán más longevos. Como resultado de la agudización de los déficits previsionales, la mayoría de los países se han visto obligados a reformas paramétricas para reducir las pensiones y jubilaciones. En las últimas décadas 203 reformas: 79 países elevaron los aportes, 62 la edad de retiro y 62 ajustaron la fórmula para calcular las pensiones. Durante la puesta en circulación virtual del [Seguir Leyendo...]