Esperamos que con las aportaciones adicionales que recibirá la Seguridad Social derivada del aumento salarial se eleve la cobertura de los servicios médicos, por ejemplo, aumentando el tope anual de las medicinas por afiliado
El anuncio del presidente Luis Abinader sobre un aumento promedio de un 24.2% del salario mínimo para los trabajadores del sector privado, constituye una noticia positiva y necesaria en estos tiempos de tantas incertidumbres. Los trabajadores más pobres necesitaban este reajuste, luego de ser castigados fuertemente por el Covid 19 y por el alza de los productos y servicios de primera necesidad.
Se trata de un logro trascendente, ya que el mismo incluye un acuerdo tripartita sobre la reclasificación de las empresas, otro problema que venía arrastrándose desde hace más de una década, y que había sido fuente de disgustos y conflictos que trascendieron a la opinión pública.
Sorprendió al país, porque tradicionalmente la negociación de los nuevos salarios mínimos ha implicado un largo proceso de diálogo, con frecuentes enfrentamientos entre los dirigentes de las principales centrales sindicales y la cúpula superior del empresariado dominicano.
Se mantiene el aumento tradicional del 14 por ciento. Luego del impacto inmediato de la noticia matizada por la euforia gubernamental, varios especialistas consideran exagerado el porcentaje del aumento anunciado por las autoridades, debido al impacto combinado del aumento salarial y de la reclasificación de las empresas.
La razón es que, a consecuencia del acuerdo tripartita, miles de empresas caerán en una categoría inferior. Empresas que eran consideradas como medianas, ahora serán pequeñas, y otras que pagaban salarios como grandes, lo harán como medianas, y viceversa.
Debido a la reclasificación, el impacto del aumento no será lineal, por lo que muchos trabajadores saldrán más beneficiados que otros. Por tal razón, se estima que el aumento real será más o menos del 14%, como ha sido la norma en los últimos años.
Este razonamiento explica por qué el sector empleador, tradicionalmente mezquino en materia salarial, aceptó de buen gusto y celebró el acuerdo nacional, junto a las autoridades y a los dirigentes sindicales.
Desde luego, por el momento, este aumento pone en dificultades a decenas de miles de pequeñas y microempresas con bajos niveles de producción y productividad, lo que podría empujarlas a la quiebra y/o estimular la informalidad. Pero ello es inevitable y es cuestión de tiempo para que las micros realicen los ajustes y sigan adelante.
Hay que reiterar que se trata de un logro del presidente Abinader. De todas maneras, el Presidente y el Ministro de Trabajo, el Lic. Miguel D’Camps le han economizado al sector productivo un largo diálogo, con enfrentamientos incluidos, logrando así que el país se concentre en superar la pandemia y en alcanzar los niveles de empleos y crecimiento tradicionales.
El gobierno anunció que no contempla elevar el sueldo de los servidores públicos, sin indicar si el mismo será incluido en el presupuesto nacional del 2022. Tal y como ha ocurrido desde hace décadas, la inmensa mayoría de los trabajadores dominicanos continuarán percibiendo ingresos muy por debajo del costo de la canasta familiar.
Aunque el acuerdo sólo eleva los salarios mínimos, en la práctica su impacto va más allá, induciendo un aumento, aunque en menor proporción, en los estratos salariales superiores al mínimo, beneficiando de alguna manera al 80% de los trabajadores del sector formal.
Se estima en un 8% el ingreso adicional que recibirá la TSS por este aumento. En lo que al Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) concierne, ese aumento representa una bendición muy esperada, ya que el financiamiento del régimen contributivo depende fundamentalmente del nivel general de los salarios.
La Fundación Seguridad Social para todos (FSSPT) espera que el aumento de las cotizaciones sirva para elevar la cobertura de los servicios y procedimientos médicos que reciben los trabajadores. Que, por ejemplo, se apruebe un catálogo basado en medicamentos genéricos y que, además, se eleve el tope anual del consumo por afiliado, entre otras mejoras. ADS/395/22/07/2021